Hai pouco máis dun ano publiquei neste blog unha referencia a un crime ocorrido en Brántega hai xa 86 anos. Aquela cita viña motivada polas pescudas do profesor murciano, Salvador García Jiménez, encol dos crimes relacionados co vampirismo e outras supersticións.A pasada semana, un meu compañeiro de traballo, o profesor lalinense Manuel Igrexas aportábame a reseña xornalística que aparece na imaxe. Malia a dificultade da lectura, o texto apórtanos máis luz sobre o feito e desterra as supostas prácticas supersticiosas ou de vampirismo que se lle atribuían ao episodio.
Velaí a transcrición:
De Lalín dice su corresponsal a nuestro colega "Galicia" lo siguiente:
"Son completamente inexactos los relatos que algunos periódicos de Madrid (y algunos de la región también) insertan alrededor del crimen cometido en Golada y del que fue víctima el niño Álvaro Sarandeses. Algunas de dichas informaciones fantaseaban sobre el supuesto de que dicho niño ha sido asesinado para beberle la sangre. Lo ocurrido, según datos recogidos por nosotros, es lo siguiente: Comunicada la desaparición de la víctima de casa de sus padres, el juzgado municipal de Golada primero y el de Instrucción, después, pusiéronse en movimiento para esclarecer el suceso y se consiguió encontrar a los cuatro o cinco días de aquella desaparición, el cadáver del infortunado niño enterrado en una cuadra de la casa de Manuel Mejuto. Un hijo de éste, de 15 años, llamado Eugenio, al estar jugando con el niño Sarandeses le lastimó, y como éste llorase, para evitar que sus padres le castigaran, le ató una soga al cuello, ahogándole y enterrando su cadáver en el lugar donde fue hallado.
La víctima no presentaba otras lesiones de importancia que la producida por la cuerda que estaba fuertemente agarrotada?
El extraordinario cinismo con que el matador respondía y se comportaba en todas las diligencias judiciales, sus antecedentes y su habitual conducta, hacen creer que se trate de un verdadero caso clínico en que predomine un odio criminal contra los demás niños.
El crimen ha producido gran impresión en la comarca".
Desde a perspectiva de hoxe seguimos a lamentar o ocorrido e para nada desexamos remover feridas do pasado xa cicatrizadas. Alédanos, iso si, saber que á desgraza non se lle sume tamén a superstición, o vampirismo e a morbosidade. Foi, quizais, un lamentable infortunio como ten habido outros moitos ao longo da historia, que desexamos endexamais se repitan.
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